"Mas él fue herido por nuestras rebeliones,molido por nuestros pecados.Por darnos la paz, cayó sobre él el castigo,y por sus llagas fuimos nosotros curados."...
jueves, 26 de abril de 2012
JESÚS TODAVÍA ORA POR NOSOTROS
Josué representa acá a un hombre de verdad, no un tipo de Cristo. Él era el sumo sacerdote durante la época de Esdras y Nehemías. En Esdras 10:18 parece que Josué se había casado con una mujer pagana; en ese momento, la peor manera en que un Judío podría contaminarse era casándose con un gentil.
"Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba delante del ángel" (Zacarías 3:3). Josué estaba de pie ante el trono con sus vestiduras viles, y el diablo estaba a su lado acusándole. Satanás argumentó: "Este hombre ha roto Tu ley y ha pecado contra ti." Las acusaciones del diablo eran correctas: Josué había pecado y ahora Satanás reclamaba para sí a Josué.
Amados, esto es exactamente lo que sucede con nosotros. Satanás se presenta ante el trono de la gracia acusándonos. Nos señala y dice: "Tú sabes todas las cosas, Dios, tu ves cuan comprometida está la vida de éste. Si eres justo, tienes que darme su alma." En Apocalipsis 12:10 a Satanás se le llama "el acusador de nuestros hermanos" y se presenta ante Dios en este momento para oponerse a usted y a mi, nos acusa de pecado.
Es entonces cuando Jesús, nuestro Abogado, se levanta y dice: "Es cierto, Padre el ha fallado, pero hay fe en su corazón, fe en el poder de mi sangre que he pagado por cada pecado que ha cometido o cometerá alguna vez." Jesús entonces se vuelve a quien le espera ahí en frente y le dice: "Quita tus ropas sucias y pon mi manto de justicia sobre tus hombros."
Jesús dijo a Satanás: "El Señor te reprenda, oh Satanás... ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio?" (Zacarías 3: 2). ¡Qué cuadro! El diablo se vio obligado a salir con un sonido de reproche y Josué se marchó con un indulto, una prenda nueva y una corona de justicia en la cabeza.
"Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo, el Justo" (1 Juan 2:1). Jesús ha estado en la gloria estos 2.000 años orando por nosotros y sigue orando por nosotros.
by David Wilkerson
http://www.worldchallenge.org/es/node/17973
viernes, 20 de abril de 2012
La necesidad del hombre
Pero aquello va mas alla, el hombre tiene una neceesidad tanto material como espiritual. Si leemos Lucas 4:16-30, nos habla de que Jesús despues de ayunar en el desierto se presentó en la sinagoga y en el ver. 18-19, hace incapie en lo siguiente:
"El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor." (Lucas 4:18-19)
Estas caracteristicas de ciertas personas, no son tan ajenas a nuestra realidad. Si bien Jesús realizó muchos milagros y con personas con estas caracteristicas, va mas alla del milagro, de la razón y el porque de las cosas.
Ceguera espiritual
35 Oyó Jesús que lo habían expulsado y, hallándolo, le dijo:—¿Quién es, Señor, para que crea en él?
37 Le dijo Jesús:
—Creo, Señor —y lo adoró.
39 Dijo Jesús:
—¿Acaso también nosotros somos ciegos?
41 Jesús les respondió:
—De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.(Juan 10:7)
Por ello el salmista nos dice:
domingo, 15 de abril de 2012
Jesús anda sobre el mar
Jesús anda sobre el mar (Juan 6: 16-21)
16 Al anochecer descendieron sus discípulos al mar, 17 y entrando en una barca iban cruzando el mar hacia Capernaúm. Ya había oscurecido, y Jesús todavía no había venido a ellos. 18 El mar estaba agitado, porque soplaba un fuerte viento. 19 Cuando habían remado como veinticinco o treinta estadios, vieron a Jesús que andaba sobre el mar y se acercaba a la barca, y tuvieron miedo. 20 Pero él les dijo:
—Yo soy; no temáis.
21 Entonces ellos lo recibieron con gusto en la barca, la cual llegó en seguida a la tierra a donde iban.
En este pasaje de la biblia, es uno de los más edificadores que he escuchado en mi vida. Si bien por algo está escrito, para que tengamos la ayuda y fortaleza necesaria frente a la adversidad.
Empezaré desglosando los momentos más importantes.
En primer lugar veamos en qué contexto estaban los discípulos en ese momento. Leemos que los discípulos iban en una barca cruzando el mar, ya estaba oscuro, el mar esta agitado y había mucho viento. Si simplificamos los factores los discípulos estaban en medio de una tormenta cruzando el mar a duras penas y sobretodo no estaba Jesús con ellos. Entonces ellos cuando vieron en carne propia q podían naufragar, vieron a Jesús caminando en el agua y les dijo: “Yo Soy; no temais”.
Quiero llevar este momento a la vida de cada uno de ustedes. En la vida tendremos muchos problemas, necesidades, aflicciones entre otras preocupaciones, pero Jesús esta encima de aquellas. Los discípulos en ese momento pensaron q iban a morir, el gran problema que tenían eran aquellas olas gigantes y ese viento huracanado que estaba a punto de hacerlos naufragar y Jesús apareció caminando sobre esas aguas. Todos los problemas están bajo los pies de Jesús. Por ello Jesús les dice aquella frase “Yo soy; no temais” porque esta frase esta inconclusa y solo nosotros podemos completarla, entregándole los problemas a Jesús. Jesucristo te dice: “Yo soy la respuesta a tu problema; no temas”, solo debemos confiar en Él y entregarle nuestras vidas para que esos problemas ya dejen de afectarnos.
No se cual puede ser tu problema el día de hoy, pero créeme que están bajo los pies de Jesús, sea cual sea, Jesús nos hace una invitación a que por medio de Él, bajo su administración no hay problema tan grande que no podamos superar bajo su luz, haciéndonos una promesa de victoria.
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33)
Ora y pídele al Señor que te ayude en aquella necesidad, Dios entregó a su hijo para que todos fuésemos salvos de la condenación. Él es el único mediador que te puede ayudar y llevar al Padre. Espero que este mensaje sea de bendición y edificación para ustedes.
Que Dios los guarde.
martes, 10 de abril de 2012
EN CRISTO
Yo creo que la justificación por fe es la verdad central, el fundamento del cristianismo. Usted no puede experimentar el verdadero descanso y la verdadera la paz hasta que se convence de que nunca podrá presentarse como recto ante los ojos de Dios por sus propias obras de justicia.
Si usted no comprende que la justicia perfecta de Cristo es nuestra por fe, usted llevará una vida de mucho esfuerzo y sudor. Usted pasará sus días tratando de agradar a Dios a través de actos legalistas y sin esperanza con el objeto de conseguir su propia justicia. Pero la verdad es que ¡usted nunca obtendrá ninguna rectitud que presentar ante el Señor!
Sin duda usted está familiarizado con el pasaje de Isaías en el que se habla de que todas nuestras justicias son como trapos de inmundicia ante los ojos de Dios (ver Isaías 64:6). Esto no significa que Dios menosprecia las buenas obras - para nada. Nosotros debemos de hacer buenas obras, pero si usted piensa que éstas le dan mérito a su salvación, que éstas le permiten presentarse como santo ante Dios, entonces ¡dichas obras son trapos inmundos!
Usted puede sentirse bien por las buenas obras que usted realiza e incluso disfruta el momento de victoria cuando resiste la tentanción. Usted se siente recto, y piensa que el Señor le ha dado su favor. Sin embargo, al día siguiente, usted falla. Usted cae en pecado y de repente pierde todo su gozo. Usted piensa que el Señor está enojado con usted y se pregunta si ha perdido su salvación.
Es una montaña rusa de emociones que suben y bajan, que están calientes y después frías, es un ir y venir entre pecado y confesión - dependiendo de qué tan bien o mal usted se ha portado en cierto día. ¡Es una vida de miseria porque usted está tratando de agradar a Dios en su carne!
Amado, ninguna justicia de la carne podrá ser presentada delante de Dios. Incluso, la mejor gente entre nosotros, la más moral, los más santos han caído de la gloria de Dios. Ninguno de nosotros jamás ha sido aceptado ante los ojos del Padre por nuestras buenas obras. ¡Nosotros solamente somos aceptos por Él por estar en Cristo!
“...porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.” (Gálatas 3:28). Cuando nosotros nos volteamos a Jesús con una fe que salva, que deja a un lado el yo, entonces nosotros llegamos a ser uno con Cristo. Estar “en Cristo” significa que Dios nos da el crédito de justicia de Jesús. ¡Todos nuestros pecados son lavados por Su obra, no por la nuestra!
by David Wilkerson
http://www.worldchallenge.org/es/node/17799