martes, 11 de septiembre de 2012

Actuar por fe, comprendiendo la voluntad de Dios

Al hacer la voluntad de Dios, comprenderemos cosas grandiosas. NO se trata de RAZONAR primeramente y luego hacer la voluntad de Dios. Asi no funciona la fe.
La fe consiste en seguir la voluntad de Dios sin "peros" que detengan la Gracia de Dios. En esta ocasión, iremos al libro de Hechos y en una situación en particular.

Felipe y el etíope

26 Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: «Levántate y ve hacia el sur por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto.» 27 Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace, reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros y había venido a Jerusalén para adorar, 28 volvía sentado en su carro, leyendo al profeta Isaías.
29 El Espíritu dijo a Felipe: «Acércate y júntate a ese carro.» 30 Acudiendo Felipe, lo oyó que leía al profeta Isaías, y dijo:
—Pero ¿entiendes lo que lees?
31 Él dijo:
—¿Y cómo podré, si alguien no me enseña?
Y rogó a Felipe que subiera y se sentara con él. 32 El pasaje de la Escritura que leía era éste:
«Como oveja a la muerte fue llevado;
y como cordero mudo delante del que lo trasquila,
así no abrió su boca.
33 En su humillación no se le hizo justicia;
mas su generación, ¿quién la contará?,
porque fue quitada de la tierra su vida.»
34 Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe:
—Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo o de algún otro?
35 Entonces Felipe, abriendo su boca y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. 36 Yendo por el camino llegaron a un lugar donde había agua, y dijo el eunuco:
—Aquí hay agua, ¿qué impide que yo sea bautizado?
37 Felipe dijo:
—Si crees de todo corazón, bien puedes.
Él respondiendo, dijo:
—Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.
38 Mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y lo bautizó. 39 Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe y el eunuco no lo vio más; y siguió gozoso su camino. 40 Pero Felipe se encontró en Azoto; y, al pasar, anunciaba el evangelio en todas las ciudades hasta llegar a Cesarea. (Hechos 8:26-40)

*versículo 26; Acá a Felipe se le da una orden. Nótese, que no hay un propósito específico aún, sólo que fuese a ese lugar.
*versículo 27; "Entonces él se levantó y fué", no dudó, no titubeo, no puso "peros".
*versículo 28; En el camino se encuentra con un etiope que leía el libro de Isaías.
*versiculo 29; Dios ordena que fuese a hablar con el etiope y Felipe fue al encuentro.

Me detendré en esta parte. Felipe ha hecho la voluntad de Dios sin titubear, no ha puesto en duda la majestad y soberana sabiduría de Dios, con algún tipo de pensamiento de temor.
Hay veces que el cristiano no predica, porque entra en suposiciones. Dios te dice que lleves luz a tal persona, y como respondemos:

"Señor, no estoy preparado" o "Al parecer en estos momentos está ocupado", "No creo que me escuche", "Estoy apurado",

entre otras, todas las respuestas o excusas que detienen la Verdad algunas veces por temor, o perder alguna pocision en la sociedad, al que dirán de mi persona, excusas que son pecado.


El que sabe hacer lo bueno y no lo hace, comete pecado. (Santiago 4:17)

A veces, no debemos cuestionar la voluntad de Dios, Él es soberano, nosotros sus hijos y debemos actuar como tales, con amor sin "peros".
La fe no se trata de comprender para actuar, sino actuar para comprender.
Felipe no sabia porque tenia que dirigirse a aquel lugar apartado y en el desierto, pero precisamente encontró el propósito. El etiope, por medio de la enseñanza de Felipe (Predicando el evangelio) supo que Jesús era el Mesias, el cordero que hace mención en Isaías. El etiope creyó en Jesús, se bautizó y siguió su camino.
Predicar el evangelio, es solo un privilegio que tenemos los hijos de Dios. Ni los ágeles lo tienen. Debemos hacerlo por amor a nuestro prójimo y llevar el evangelio a los hombres no por obligación, sino por amor y necesidad de dar a conocer el sacrificio de Jesús en la cruz.


»Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de una vasija, sino sobre el candelero para que alumbre a todos los que están en casa. 16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. (Mateo 5:14-16)

No se puede ocultar el evangelio, como lo dijo Jesús en aquellos tiempos. Actualmente seria en algún apagón o corte de energía eléctrica y en medio de la oscuridad, no podremos la vela o la linterna debajo de nuestras camas, sino que la podremos en algún lugar para que alumbre por toda la casa.
Jesús nos dijo que debiamos hacer dicípulos en toda la tierra, nos dice que debemos llevar el evangelio a todo lugar. La salvación si bien es personal, pero el evangelio es para la humanidad, para que no perezca, sino sea salva por la sangre de Jesucristo.


La gran comisión

16 Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. 17 Cuando lo vieron, lo adoraron, aunque algunos dudaban. 18 Jesús se acercó y les habló diciendo: «Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, 20 y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.»
Amén. (Mateo 28:16-20)

Que Dios les Bendiga!

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