domingo, 8 de febrero de 2009

La oración, y la regla de oro (Mateo 7:7-12)

La oración es entablar una conversación con Dios, en ella como se menciona se debe conversar y no repetir frases. Cabe decir si en ella pedimos, buscammos o llamamos, nuestro Padre no dará, hallaremos y recibiremos respuesta de Él. Una cosa muy importante es lo el trato, habla de que la forma que nos gustaria que nos trataran los demás, debemos tratar a los demás de esa manera. Siendo gentiles, bondadosos, siempre buscando el bien, pues así entregandoselos a los demás y ellos nos darán el bien tambien pero sin esperar nada a cambio, que nos nasca del corazón y no por conveniencia, porque así verán la gracia y la magnificencia del Padre en nosotros.
Como mencione la oración es una herramienta, en la cual nos sirve para contactarnos con Dios, y tambien es aquella que nos puede ser salvos. Como Jesús nos dijo en el primer siglo la única manera de entrar al cielo es nacer por segunda vez, se lo dijo a Nicodemo; "De cierto , de cierto te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el Reino de Dios". (Juan 3:3) pero, ¿Cómo nacemos de nuevo? Aceptando el sacrificio de Jesús que hizo en la cruz; "...así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado, para que todo aquel que en él crea no se pierda, sino tenga vida eterna". (Juan 3:14) y otra vez dice: "Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levanto de entre los muertos, serás salvo". (Romanos 10:9) Mediante una oración nos puede salvar de una condenación eterna, Jesús al hacer tal acto de bondad, nos limpio de todo pecado solo si aceptamos tal sacrificio, reconociendo a Jesús como Señor y Salvador, por ultimo llevando una vida de servidumbre donde el Padre es nuestra primera prioridad. Al nacer por espiritu, nuestra antigua naturaleza muere y vivimos para darle gloria al Dios, predicando el mensaje de vida siendo así verdaderos representantes de Dios acá en la tierra.

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